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Vol .2. Núm.11 nov 2008
Riesgos de la terapia hormonal de reemplazo
En una entrevista realizada a la experta cubana en climaterio y menopausia, la doctora Rosa Elena Manzano, con el propósito de que explicara a las lectoras de Mujeres, las ventajas y desventajas de la Terapia Hormonal de Reemplazo, conocida por las siglas THR, y ella me argumentó entonces que en Cuba este tratamiento sólo se ofrecía a aquellas mujeres quienes sufrían de severas molestias físicas, debido a la caída hormonal que se produce después de dejar de menstruar.
Al preguntarle cual era el motivo de la limitación, ya que en el mundo, a esa terapia estaba accediendo un porcentaje importante de mujeres menopáusicas, me dijo que ese tratamiento se indicaba bajo una estricta vigilancia médica, pues se tenía la convicción de que aumentaba el riesgo de cáncer de mama, apoplejías, derrame cerebral y otros males graves del corazón.
Recientemente, un estudio de largo alcance, en Estados Unidos, da como resultado que el consumo de hormonas, en la menopausia, durante cinco años o más, duplica el riesgo de cáncer de mama. El estudio también revela que aquellas mujeres que tomaron estrógeno y píldoras de progestina, por solo un par de años, tuvieron más probabilidades de enfermar de cáncer que quienes pasaron su menopausia sin consumir nada.
Según el análisis, cuando las mujeres estudiadas dejaron de tomar las hormonas, sus posibilidades de no enfermar mejoraron con rapidez, pues regresaron a los niveles de riesgo normal, aproximadamente dos años después de dejarlas.Estos nuevos resultados debían desterrar cualquier duda de que los riesgos no son tan reales y que los beneficios son mayores. En realidad, la cosa es totalmente al revés, ha demostrado el exhaustivo análisis de los datos de las encuestadas.
Ha quedado claro que las tasas de cáncer mamario se ha reducido en años recientes, principalmente porque millones de mujeres dejaron las terapias con hormonas y porque hubo menos mujeres, recientemente menopáusicas, que empezaron a ingerirlas. Los resultados del estudio fueron difundidos recientemente durante un simposio sobre cáncer de mama, y el análisis fue provisto por la organización Womens Health Initiative el que realizó pruebas a las pacientes que tomaron estrógeno y píldoras de progestina, ya que los médicos creyeron durante mucho tiempo que ayudaban a prevenir enfermedades del corazón, pérdida de calcio en los huesos y muchos otros problemas que padecen las mujeres, después de la menopausia.
La parte principal del estudio se detuvo en el 2002, cuando los investigadores detectaron riesgos sorprendentemente superiores de problemas del corazón y cáncer de mama, entre las usuarias de la hormona. Desde entonces, ya se sabe que el consumo de hormonas era peligroso, pero muchas mujeres, a pesar de los riesgos que advertía la comunidad científica, querían el tratamiento, ya que con este “elixir” buscaban la eterna juventud. Sin embargo, si bien mejoraba los síntomas como los famosos “sofocos”, la sequedad vaginal, la irritación y el mal humor o la ansiedad, estos males no eran peligrosos, y todas las mujeres, desde épocas remotas lo han pasado, sin que se reportara esto como una verdadera tragedia.
