La próxima vez que escuches música en un discman o utilices cualquier otro equipo con pilas, dedica unos segundos a pensar en una rana que murió hace cientos de años... Fue precisamente una rana muerta colgando de un gancho de cobre en el laboratorio de un profesor de anatomía italiano, lo que contribuyó al desarrollo de la pila. Luigi Galvani descubrió que la pata de la rana se contraía al conectar un electrodo de hierro. El origen del movimiento era el flujo eléctrico que circulaba a través de los fluidos corporales del animal. El músculo experimentaba violentas contracciones como respuesta al paso de la electricidad.
Poco después, otro científico italiano, Alessandro Volta, construyó la primera pila, alternando placas de cobre y de zinc una sobre la otra separadas por un papel empapado en agua salada.