viernes, 19 de abril de 2024
Centro de Investigaciones Médico QuirúrgicasCentro de Investigaciones Médico QuirúrgicasCentro de Investigaciones Médico QuirúrgicasCentro de Investigaciones Médico QuirúrgicasCentro de Investigaciones Médico QuirúrgicasCentro de Investigaciones Médico QuirúrgicasCentro de Investigaciones Médico QuirúrgicasCentro de Investigaciones Médico QuirúrgicasCentro de Investigaciones Médico Quirúrgicas
 
 
Total de artículos: 141 mostrando: 121 - 130

página 13 de 15   11  12  13  14  15  
Titulares

Epónimos: bacilo, fenómeno y postulados de Koch

Por: Dr.C. Julio César Hernández Perera.

¿Conoces a un médico que haya hecho los mayores aportes al estudio de enfermedades que han causado, en cuanto al número de muertes y enfermos, los mayores daños al hombre a lo largo de la historia?

Si nos pidieran una respuesta, y sin intentar ser dogmáticos, muchos no lo pensarían demasiado y la elección, se inclinaría a favor del prestigioso médico alemán Heinrich Hermann Robert Koch, por el hecho de haber logrado grandes descubrimientos relacionados con la tuberculosis y el cólera. Estas dos enfermedades infecciosas constituían los azotes más peligrosos en el siglo XIX, y aún en el siglo XXI, no dejan de ser una preocupación a nivel mundial.

Puede ser conocido por muchos como el padre o el fundador de la bacteriología; Robert Koch nació el 11 de diciembre de 1843 en Clausthal, Reino de Hanover, actual Alemania. Hijo de un ingeniero de minas, fue el tercero de 13 hermanos. A los cinco años logró sorprender a sus padres cuando le dijo que había aprendido a leer solo, y esto lo había conseguido únicamente con el auxilio de periódicos. Pudo ser este hecho la primera evidencia de su sorprendente inteligencia y persistencia metódica, que a lo largo de su vida futura constituyeron características distintivas en su personalidad.

Desde su edad escolar mostraba un profundo interés por la biología, y como su padre, un fuerte impulso para viajar y conocer el mundo. En 1862, a los 19 años, empezó a estudiar medicina en la Universidad de Göttingen. Con 23 años culmina en 1866 la carrera. Fue a Berlín por 6 meses de estudios de química y en esa estancia estuvo influenciado por Virchow. En su vida inicial como profesional se desempeñó en el Hospital Clínico en Hamburgo, después en Langenhagen y finalmente en Rackwitz, provincia de Posen.

A pesar se su severa miopía, en 1870 marchó voluntariamente como médico militar a la guerra Franco-Prussiana. Desde 1872 a 1880 fue médico del distrito Wolsztyn -conocido también como Wollstein-, del que se destacó como un médico rural. Se afirma que con solo 29 años de edad, emprendió en este lugar su verdadera carrera, ya que empezó a desplegar desde este momento una impetuosa labor investigativa y a realizar importantes publicaciones. En esa época, a partir del ántrax empezó a desarrollar investigaciones y con ello se originaron sus contribuciones a la medicina.

Koch y el ántrax.

En 1840 Gustav Jacob Henle (1862-1866) había publicado la teoría de que algunas enfermedades infecciosas pudieran ser causadas por organismos microscópicos vivos. Henle había sido profesor de Koch en las asignaturas de Anatomía y Fisiología en la Universidad de Göttingen, y es indudable que había ejercido en él una influencia importante.

Asimismo, el descubrimiento realizado en 1855 por Aloys Pollender, relacionado con la observación de «plantas» -posteriormente conocido como bacilo antracis- en la sangre de animales muertos por ántrax; y la clasificación ulterior de estos microorganismos como bacterias, realizado por el parasitólogo Casimir-Joseph Davaine (1811-1882), tuvieron gran influencia en la motivación que manifestó Koch por esa enfermedad.

Sin contar con un equipamiento ideal, Koch empezó a desarrollar diferentes investigaciones en conejos en los que conseguía transmitirle el bacilo del ántrax con muestras provenientes de otros animales enfermos. Tuvo así la convicción de que eran organismos parásitos vivos. También logró cultivar el bacilo en adecuados medios de cultivo y descubrir que producían esporas que eran capaces de ser viables, aun en condiciones desfavorables. Este hallazgo lograba explicar la recurrencia de la enfermedad en lugares de pastos que no eran por largo tiempo empleados, y cuando las condiciones se hacían favorables, se transformaban nuevamente en forma de bastoncillos. Sus trabajos permitieron confirmar que la enfermedad del ántrax podía ser transmitida mediante la sangre de animales que la padecían.

De igual manera, logró establecer el ciclo del microorganismo. Pudieron ser catalogados sus experimentos como la primera prueba de la relación existente entre el bacilo y una enfermedad en particular. Entre 1873 y 1876 continuó sus investigaciones en este campo y logró desarrollar técnicas para visualizar y fotografiar el bacilo.

Koch y el descubrimiento del bacilo de la tuberculosis

Aunque en el tiempo que Koch empezó a investigar la enfermedad de la tuberculosis, se sabía que era provocada por un agente infectivo, pero el organismo no había sido aún aislado.

El primer tejido tuberculoso que estudió fue obtenido de un trabajador que previamente había tenido un buen estado de salud hasta que tres años antes de morir, empezó a tener tos, dolor torácico y pérdida importante de peso. Inoculó las muestras obtenidas en los ojos, y bajo la piel de animales de laboratorio. Mientras estaba a la espera de que la infección apareciera, cubrió otras muestras de tejido infectado en un portaobjetos y empezó a observarlos a través del microscopio. Durante días Koch no lograba observar nada. A igual resultado arribaban otros «microscopistas», ya que el bacilo tuberculoso era extremadamente pequeño -aproximadamente un tercio del tamaño del bacilo del ántrax-, y esta dificultad era la principal causa que impedía su observación. Pero después de impregnar la muestra en varios colorantes, la bacteria fue finalmente visible después de adquirir una coloración rosada. Al poco tiempo, los animales en los que había experimentado, morían uno tras otros.

Con la certeza de haber descubierto el microorganismo que causaba la tuberculosis, empezó a recolectar muestras de tejidos infectados en el cuerpo de pacientes fallecidos por esa enfermedad y amplió las investigaciones. La parte más difícil de la investigación era lograr el crecimiento de la bacteria en un medio de cultivo. Al igual que otros investigadores, inoculaba el bacilo en medios de agar-sangre. Pero a diferencia de otros que no lograban obtener crecimiento y desechaban las muestras después de varios días, Koch persistía en la espera con infinita paciencia y las inspeccionaba regularmente con gran paciencia. Después del decimoquinto día, logró demostrar pequeñas colonias en el medio de cultivo, que logró concluir que se correspondían con el bacilo tuberculoso.

Merece un comentario especial en esta parte, señalar que su asistente fue Julius Richard Petri. Él diseñó unos recipientes que fueron utilizados en los cultivos microbianos empleados por Koch. En la actualidad aún se emplean en los laboratorios de microbiología y se conocen como «placas de Petri», en honor a su inventor, y a la vez, asistente del joven y extraordinario investigador.

El 24 de marzo de 1882, seis meses después de arduo trabajo, presentó los resultados de sus investigaciones ante un grupo selecto de personas. Después de ello, gozó de la aceptación por unos y la desaprobación de otros. Al final, con el transcurso del tiempo y la reproducción de sus investigaciones, sus hallazgos fueron finalmente aceptados por la comunidad médica mundial.

Por esta razón, en 1982 -un siglo después del anuncio de Koch-, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Unión Internacional Contra la Tuberculosis y las Enfermedades Respiratorias (UICTER) patrocinaron el primer «Día Mundial de la Tuberculosis», y a partir de este momento, se empezó a proclamar cada año esta celebración, y en todo el mundo, como el «Día mundial de la lucha contra la tuberculosis».

Koch y el descubrimiento de la bacteria del cólera

No había transcurrido mucho tiempo después del trascendental descubrimiento del bacilo tuberculoso, y en 1883 Koch fue enviado a Egipto como líder de una «Comisión Alemana para el estudio del Cólera». Su objetivo fue estudiar la aparición de un brote de cólera en el Delta del Nilo. Previamente, el temor de la extensión de esa epidemia a los países de Europa había sido advertido por el gobierno francés, ya que se sospechaba que la causa de la enfermedad fuera un microorganismo.

No pasó mucho tiempo para que sospechara que la enfermedad era originada por un bacilo en forma de coma, pero súbitamente la epidemia desapareció. No obstante, proseguía en sus investigaciones con los últimos materiales infectados que lograron recolectar. A la par, logró descubrir la causa de la disentería amebiana y el bacilo de dos variedades de conjuntivitis egipcia, un agente que es conocido en la actualidad como bacilo de Koch-Week. Koch se interesó en el saneamiento y en los viajes realizaba visitas a estaciones de cuarentena, campamentos de pelegrinos y monumentos antiguos.

A su regreso a Berlín, llevó consigo especímenes que contenían el organismo que había identificado como probable causa del cólera, una bacteria que era pequeña y vibrante -por eso se le llamó vibrio-, con forma de coma. Como aún podían existir dudas, Koch decidió viajar a la India, lugar donde la enfermedad se había convertido en endémica desde hacía mucho tiempo. En Bengala, logró confirmar los hallazgos realizados en Egipto. En la India también logró demostrar la presencia del microorganismo en las heces de pacientes asintomáticos y descubrió que crecían fácilmente en medios de cultivo de agar con caldo de carne de res. Aisló también la bacteria en el agua de consumo de muchos hogares y con ello la teoría de la transmisibilidad por vía oral a través del agua contaminada.

Su última comunicación relacionada con los estudios de cólera en la India fue el 4 de marzo de 1884. El regreso victorioso de la comisión, que él dirigió, motivó que el emperador le confiriera la «Orden de la Corona de la Estrella», junto a un premio monetario.

Ulteriores trabajos de Koch

Aparte de estos grandes aportes, Koch realizó otras investigaciones relacionadas con otras enfermedades, como la lepra, la peste bubónica, la malaria, la fiebre tifoidea, la enfermedad del sueño, entre otras. Para ello realizó intensos viajes al continente asiático y africano. Por sus importantes aportes, recibió el Premio Nobel en 1905.

Epónimos relacionados con Robert Koch.

Como resultado de su aporte a la medicina se describen con su nombre:

  • «Bacilo de Koch -sinonimia: «bacilo tuberculoso»-: bacteria causante de la tuberculosis.
  • «Fenómeno de Koch» -sinonimia: «reacción de Koch»-: sirve para referirse a la respuesta de hipersensibilidad retardada que acontece cuando un animal, previamente infectado con el bacilo tuberculoso, y se reinfecta mediante una inyección subcutánea. Se produce una reacción inflamatoria circunscrita a la piel, con el desarrollo inicial de lesiones necróticas -escara-, que cura rápidamente. También se define como este fenómeno cuando se le inyectan bacilos de tuberculosis en el peritoneo de los animales de laboratorio y como consecuencia de ello se produce colapso de los animales. El exudado que se obtiene está formado exclusivamente por linfocitos.
  • «Postulados de Koch» -sinonimia: «postulados de Henle-Koch» o «leyes de Koch»-: la especificidad de un microorganismo no puede ser demostrada sin el cumplimiento de las siguientes condiciones:
    1. El microorganismo debe encontrarse en todos los casos de la enfermedad.
    2. Debe ser cultivado en cultivo puro.
    3. La inoculación de este cultivo debe provocar la enfermedad en los animales susceptibles de sufrirla.
    4. El microorganismo debe ser aislado nuevamente de tales animales y desarrollarse nuevamente en cultivos puros.
  • «Esterilización con vapor de Koch»: Robert Koch desarrolló un método de esterilización mediante el vapor. El procedimiento es repetido de manera sucesiva durante por tres días. Esta es una forma de tindalización.
  • «Conjuntivitis de Koch-Weeks» -sinonimia: «bacilo de Weeks»: una forma pleomórfica del Hemophilus Influenzae, la causa de una conjuntivitis aguda catarral u «ojo rosado». En 1883, Koch descubrió el bacilo en dos formas diferentes de la conjuntvitis infeciosa, u «oftalmia egipcia». En 1886 Weeks descubrió el mismo organismo como causa del «ojo rosado»

Bibliografía:

Hollenberg NK, Graves SW. Koch's postulates and the digitalis-like factor. Hypertens Res. 1995 Mar;18(1):1-6.

Münch R. Robert Koch. Microb Infect. 2003;5:69-74. Ellis H. Robert Koch: pioneer of bacteriology and Nobel prize winner. Br J Hosp Med (Lond). 2010 Apr;71(4):223.

Zetterström R. Robert Koch (1843-1910): investigations and discoveries in relation to tuberculosis. Acta Paediatr. 2006 May;95(5):514-6.

Kaufmann SH. Robert Koch, the Nobel Prize, and the ongoing threat of tuberculosis. N Engl J Med. 2005 Dec 8;353(23):2423-6.

Kaufmann SH, Schaible UE. 100th anniversary of Robert Koch's Nobel Prize for the discovery of the tubercle bacillus. Trends Microbiol. 2005 Oct;13(10):469-75.

Deshpande AV. The life of Robert Koch. J Postgrad Med. 2003 Apr-Jun;49(2):190.


 
Total de artículos: 141 mostrando: 121 - 130

página 13 de 15   11  12  13  14  15  
 
: Editor principal, Especialista de II grado en Medicina Interna | Centro de Investigaciones Médico-Quirúrgicas (CIMEQ), MINSAP | Calle 216 y 11b Reparto Siboney, Playa, Ciudad de La Habana, 12100, Cuba | Teléfs.: (537) 8581000, Horario de atención: lunes a viernes, de 8:30 a.m. a 5:00 p.m.