Foto: H. Sanabria
La Licenciada Daisy del Valle Molina, asumió en 1969, la dirección del Primer Centro Provincial de Información de Ciencias Médicas en la Antigua provincia de Las Villas. Mi entrevistada realiza significativas revelaciones en torno a este hecho, que indudablemente marcó un antes y un después en el área de la información científico técnica en salud.

Me resulta muy grato reencontrarme en una sesión de trabajo con Daisy del Valle Molina. Lo que nos convoca guarda relación con un trascendental acontecimiento ocurrido el 26 de abril de 1965 en la salud pública cubana: la creación del Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas. A partir de ese momento, tienen lugar singulares transformaciones dentro de la esfera.

Conozco a Del Valle Molina desde mediados de la década de 1970; entonces fungía como vicedirectora del área de Servicios de Información del referido centro. Se trata de una persona con una extensa y fructífera trayectoria en la información científica y técnica en salud (hoy está jubilada, aunque mantiene una permanente colaboración con el sitio de especialidades del web de Infomed) y, en consecuencia, transito con rumbo seguro hacia los propósitos concebidos con esta entrevista.

Afable, mesurada y sonriente, me recibe en su domicilio. Sé que ella tiene una estrecha relación con un hecho que marcó pautas en lo que posteriormente sería el Sistema Nacional de Información de Ciencias Médicas me refiero al surgimiento del primer centro provincial de información de ciencias médicas en la antigua provincia de Las Villas del cual fue su directora.

¿Cómo surge la idea de crear el primer centro provincial de información. Cómo ocurre su designación para dirigirlo?

La creación del Centro Provincial de Información de Ciencias Médicas de la antigua provincia Las Villas dio paso a la descentralización del Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas y fue el inicio del naciente Sistema Nacional de Información de Ciencias Médicas en noviembre de 1969. Significó un gran reto para el CNICM a cuatro años de su creación, en 1965, asumir la tarea de iniciar la creación de un sistema que requería de tanto esfuerzo y recursos en una etapa en que todavía estaba forjando su propio desarrollo sin previa experiencia.

Esto demuestra la solidez que desde su inicio tuvo esta institución, muy bien concebida por sus fundadores, así como su clara visión de lo que esto significaría años después: un sistema altamente desarrollado el cual ha permitido que nuestros profesionales y técnicos de la salud hayan alcanzado el nivel científico requerido, para las elevadas metas que desde el comienzo ha tenido el Sistema Nacional de Salud.

La idea de crear el centro provincial de Las Villas se une a la visita que realizó al CNICM el entonces director provincial de Salud, doctor Rafael Figueredo, quien comprendió que era la única forma de acercar a los usuarios del sector la información científico-técnica que apenas existía en el país.

Mi quehacer laboral comienza en febrero de 1961como secretaria del primer director provincial, doctor Carlos Martínez. Posteriormente, ocupé el cargo de jefe de oficina de Asistencia Médica, después desempeñé la jefatura de recursos humanos en la instancia provincial y en 1969, fui designada por el Dr. Figueredo para ocupar el cargo de directora del centro de información.

¿Qué objetivos de trabajo llevó adelante. Qué servicios ofrecía a los usuarios?

Los principales objetivos fueron: establecer una red de bibliotecas dirigidas metodológicamente por el centro provincial y a la vez ofrecer servicios que no se  disponían en las aisladas y dispersas bibliotecas que existían en los hospitales de la provincia.
Se comenzaron a realizar búsquedas bibliográficas en los Index Medicus, se disponía de un gran fondo de duplicados de investigaciones bibliográficas y traducciones confeccionadas en el CNICM, que servían para dar un servicio inmediato en temas de interés de los interesados.

Además se ofrecía servicio de referencia, préstamos en sala, implantación del sistema estadístico en todas las bibliotecas de la red, consolidándose en el centro provincial para remitir al CNICM; distribución de publicaciones, según plan elaborado para cada tipo de unidad de salud y especialidades, implantación de un catálogo colectivo provincial y reporte al catálogo colectivo nacional y confección de una publicación sobre pediatría.

¿Cuántos trabajadores lo componían. Qué características sobresalían en ese colectivo?

El Centro comenzó con una estudiante de técnico medio en bibliotecología  y la directora; seis meses después se incorporaron tres técnicas de nivel medio graduadas en la Escuela de Bibliotecología Médica y dos traductoras de inglés y francés. Al año se incorporaron dos oficinistas y dos trabajadores para la recepción y distribución de publicaciones. En 1972, éramos 10 empleados incluida la directora.

El personal se distinguió por la calidad en el trabajo que realizaban, su entrega, entusiasmo, gran compañerismo. Primaba la ética profesional, disciplina, elevada productividad, alegría y un ambiente muy acogedor. Para mí constituyó un colectivo inolvidable.

¿Desde su visión como directora recuerda algún momento destacado desde el punto de vista laboral, de las relaciones humanas?

Es oportuno que refiera la integración y la solidaridad lograda con otras áreas de la Dirección Provincial de Salud. Hubo mucho apoyo, fundamentalmente del dpto. de Estadísticas, cuyas jóvenes trabajadoras ayudaban por las noches a abrir las cajas de publicaciones que llegaban y a separarlas por títulos y por tipo de publicación.

El trabajo se hacía con gran alegría mientras se escuchaba música y se preparaba café o alguna infusión en el reverbero. Fue un gesto inolvidable que unió mucho a todo el equipo.

Hace 41 se creó la institución de referencia y posterior a 1969 se establecieron los demás centros provinciales hasta completar la red y el sistema nacional de información de ciencias médicas del país. ¿Cómo observa ese hecho en abril del 2010?

La creación de los centros provinciales selló una etapa en la que el sistema nacional ha podido desplegar todo su potencial con los recursos disponibles.

Se destaca la acertada dirección y proyección que lleva a cabo el CNICM/INFOMED para que el sistema haya alcanzado los logros que se ha propuesto con la participación activa de todo un colectivo, que ha recibido la preparación que corresponde a la misión asignada a cada uno, enriqueciéndose con criterios de jóvenes y experiencias de menos jóvenes. Creatividad, entusiasmo e inteligencia colectiva han caracterizado a este sistema.

¿Usted quiere mencionar algo más?

Al CPICM y al muy querido CNICM debo mucho, en lo personal y profesional. Fue un gran aporte a lo mejor que pueda existir en mí.  De mis deficiencias y errores aprendí a reconocer y enmendar lo más posible para ser mejor al lado de dos grandes colectivos: el provincial y el nacional, así como de dirigentes muy capaces. He tenido una gran realización en mi pequeña participación en este gran sistema liderado por su órgano rector, el CNICM/INFOMED.