Sueños plasmados en imágenes
Fotos: Héctor Sanabria
Evocar
la obra literaria martiana en cualquier tiempo o lugar es actuar
juiciosamente, por lo que representa su legado, por lo que nos
deja de enseñanza a todos.
Esa reflexión cobra vida actualmente en la galería
cultural de Infomed, donde coinciden en una hermosa muestra pictórica
el grupo infantil Paseando Colores, del proyecto comunitario Pintando
el Prado, y la obra del artista Crispín Sarrá.
Los seis expositores, cuyas edades fluctúan entre los 6
y los 14 años, indican un prometedor talento cuando abordan
trascendentales propuestas como Meñique, Los Zapaticos
de Rosa, El Alma Trémula y Sola, Yo sé que murió
de amor, Nené Traviesa y La Muñeca Negra, entre
otras.
Sarrá, por su parte, nos traslada al mundo de Bebé
y el señor Don Pomposo, la Musa Traviesa y Yo soy un hombre
sincero, por solo citar algunas de las referencias más
conocidas.
El aludido grupo surge a través de la iniciativa del profesor
Julio Reyes Cabrera, hace un año, y tuvo el propósito
de que cada niño que pasara por El Prado reflejara en su
pintura los matices de su imaginación y al mismo tiempo
se integrara al colectivo de artistas ubicados en ese famoso paseo.
Ahora la idea se transformó en un taller, al cual asisten
diez alumnos, y en esta oportunidad el objetivo fue abordar los
escritos de nuestro Héroe Nacional utilizando diversas
técnicas de la plástica.
Con la propuesta de Soñar a Martí, los componentes
de Paseando Colores realizan su segunda presentación colectiva,
la primera se ejecutó en el denominado Caserón del
Tango.
Igualmente Inalvis Sánchez Castro, de 14 años, (presente
en esta ocasión) los representó en la jornada Alejo
Carpentier, realizada en el Palacio de los Pioneros de la Habana
Vieja, evento donde fue premiada en la categoría para niños
y jóvenes.
En
la inauguración de la exposición, hubo otras manifestaciones
culturales, como el canto, la danza, y la declamación,
en las que participaron alumnos de segundo grado de la escuela
Pedro Albizu Campos, e integrantes de los círculos de abuelos
La Mariposa y El Quijote.
El numeroso público dedicó cerrados aplausos a las
interpretaciones de los pioneros de la Albizu Campos (fragmentos
de la Niña de Guatemala y Versos Sencillos) de La Mariposa,
(Blanca Goitizolo declamó Los Dos Príncipes y el
coro ejecutó El Mambí y Cultivo la Rosa Blanca)
y al arte danzario de las niñas Janet y Amy Bermúdez
Díaz, quienes revivieron la inolvidable imagen de la Bailarina
Española.
Fue, efectivamente, un aleccionador encuentro con la magia de
los pinceles, lápices y crayolas y con la inagotable fuente
de sabiduría del Maestro. Fue, se me antoja decirlo, un
maravilloso espacio para soñar y vivir.